Sentir un dolor facial con tanta fuerza, es una situación sumamente incómoda para las personas. Quienes sufren de este padecimiento, deben conocer que no ha sido fácil de diagnosticar, ya que muchas otras afecciones pueden causar dolor facial. A continuación se presenta la definición, causas y tratamiento de la Neuralgia del Trigémino.
¿Qué es la Neuralgia del Trigémino?
Es un dolor, similar a una descarga eléctrica, en una zona determinada del rostro. El dolor aparece y desaparece de forma repentina y dura aproximadamente 2 minutos. Puede desarrollarse sin motivo aparente o como consecuencia de un trastorno diagnosticado previamente. El dolor se presenta debido a estímulos inocuos como lavarse la cara, masticar o sonarse la nariz. Es la más común.
La neuralgia del trigémino generalmente afecta a personas mayores de 50 años, especialmente a mujeres.
¿Cómo se clasifica?
Existe una clasificación de tres tipos de neuralgia del trigémino o NT:
- Neuralgia del trigémino clásica: causada por la compresión microvascular de la entrada de la raíz del nervio trigémino en el tallo cerebral. Este tipo no produce déficit neurológico asociado.
- Neuralgia del trigémino con dolor facial persistente concomitante.
- Neuralgia del trigémino sintomática: causa por otro tipo de lesión estructural, lo que lo hace diferente a la compresión vascular de la clásica. Puede presentar alteraciones sensitivas.
¿Cómo tratarla?
Actualmente el tratamiento es multimodal, se pueden utilizar anticonvulsivos, antidepresivos, opioides débiles, procedimientos intervencionistas, apoyo psicológico, entre otros.
El tratamiento médico representa el primer escalón terapéutico para el control del dolor.
Estudios serios han demostrado que la carbamazepina es el fármaco más utilizado. Está aprobado por la Food and Drug Administration, es eficaz en un 70 a 80% de los pacientes con neuralgia del trigémino y sólo del 5 al 10% de estos pacientes presentan efectos adversos. Produce alivio del dolor en 24 a 48 horas.
Causas y síntomas
La neuralgia del trigémino también llamada “tic doloroso”, es una enfermedad que suele desencadenarse cuando la función del nervio trigémino se altera. El Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Derrame Cerebral (NINDS) explica que “la presunta causa es un vaso sanguíneo que comprime al nervio del trigémino cuando sale del tallo cerebral, lo que ocasiona el desgaste del revestimiento protector alrededor del nervio”. Sin embargo, el origen de la neuralgia del trigémino es mayormente desconocido. Se ha determinado, además, que entre el 1 % y el 2 % de los pacientes con esclerosis múltiple también desarrollan esta enfermedad.
El envejecimiento, lesiones o anormalidades cerebrales (lesiones quirúrgicas, un accidente cerebrovascular, un traumatismo facial), también pueden ser las desencadenantes de este tic doloroso.
La enfermedad podría mostrar sus síntomas al realizar actividades como: sonreír, afeitarse, comer, beber, tocarse el rostro, hablar, cepillarse los dientes, así como:
Episodios de dolor agudo o punzante que pueden ser percibidos como una descarga eléctrica.
- Ataques de dolor espontáneos o desencadenados por acciones cotidianas como tocarse el rostro, hablar o cepillarse los dientes.
- Episodios de dolor con una duración desde unos segundos hasta 2 minutos.
- Dolor constante acompañado de una sensación de ardor antes de convertirse en los episodios característicos de la neuralgia del trigémino.
- Dolor en las ramas del nervio trigémino como la mejilla, la mandíbula, los dientes, las encías, los labios o los ojos; la frente con menor frecuencia.
Estos episodios de dolor suelen presentarse sólo en un lado del rostro a la vez y, en algunos casos, enfocarse solo en una zona.
Tratamiento osteopático
La osteopatía resulta ser un muy buen tratamiento para aliviar la neuralgia del trigémino. Esto puede lograrse, aplicando terapias manuales sobre todas las estructuras involucradas. Además, evaluará la posible presencia de desequilibrios posturológicos que puedan influir sobre la columna, el cráneo y el equilibrio del sistema miofascial. También valorará el estado de la columna dorsal y cervical, la base del cráneo y la articulación temporomandibular. Asimismo, la acción del osteópata se orientará a reajustar el equilibrio muscular y de las fascias cervicales y faciales, para eliminar los problemas que podrían estar provocando la compresión del nervio trigémino todo este procedimiento con la intención de evitar llegar a una cirugía.
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