Una contractura muscular es el nombre con el que se hace referencia a la contracción involuntaria, dolorosa y persistente de uno o varios grupos musculares.
Durante la contractura el músculo aumenta su tensión lo que produce un acortamiento de las fibras musculares y del tono muscular, esto ocasiona una disminución de la irrigación sanguínea en el área afectada, es debido a esto que el músculo no obtiene suficiente energía.
Características de este tipo de contractura
- Puede pasar a cualquier edad.
- Es más común en adultos jóvenes, en especial deportistas o personas que trabajan con cargas pesadas.
- Entre sus síntomas destaca el dolor, rigidez articular y muscular. Además, suele haber inflamación.
- Es limitante, debilita y afecta la funcionalidad de los grupos musculares afectados.
- Las contracturas musculares más comunes ocurren en la región cervical, en la espalda -en especial en la zona lumbar- y en las piernas.
Causas que la originan
- Sobreesfuerzo, malas posturas o repetición constante de movimientos: cuando el músculo hace una actividad no natural o inapropiada aparece una contractura, puede ser por un aumento del trabajo en la intensidad, frecuencia o una mala ejecución del movimiento.
- Traumatismos: los golpes directamente en un músculo pueden producir una contractura.
- Estrés: la tensión acumulada provocada por un estrés intenso y frecuente afecta mucho a todo el organismo.
- Deshidratación y mala alimentación: los músculos necesitan agua, magnesio, glucosa y potasio para funcionar sin inconvenientes.
- Edad: los adultos mayores suelen ser más sedentarios y pierden elasticidad y masa muscular lo que los hace propensos a sufrir lesiones o problemas musculares.
- Frío: el frío puede favorecer la aparición de contracturas.
- Otros factores son: vivir una vida sedentaria, tener trabajos de carga pesada y practicar ciertos deportes.
Tratamiento de las contracturas musculares
Lo más recomendable es acudir a un especialista (osteópata, fisioterapeuta, médico, etc.) y se debe evitar la automedicación. También hay que tener en cuenta que aunque las contracturas son un problema común y no son graves, por sí solas, empeoran con el tiempo cuando no se recibe un tratamiento adecuado.
Las fases del tratamiento son:
- Fármacos: los médicos suelen prescribir relajantes musculares y antiinflamatorios para relajar la musculatura, aliviar los síntomas y así disminuir la contractura.
- Calor local: la termoterapia aplicada en la zona donde está presente la contractura muscular es efectiva. Tiene efectos relajantes y analgésicos.
- Masajes: los osteópatas son expertos en aplicar ciertos masajes y técnicas terapéuticas (deben usarse unas maniobras en específico y siempre aplicadas por un experto, de lo contrario la contractura puede empeorar) para aliviar este tipo de afecciones. Entre los efectos del masaje se encuentran: relajantes, calmantes, incrementan el flujo sanguíneo y la recuperación de los tejidos.
Recomendaciones para evitar la contractura
- Higiene postural y ergonomía: las malas posturas al trabajar, hacer ciertos movimientos o incluso al dormir son muy perjudiciales para la salud. Se debe adoptar siempre una buena postura.
- Hacer estiramientos adecuados y calentar: antes de hacer un esfuerzo físico es necesario calentar y posteriormente estirar la musculatura trabajada.
- Incrementar el plan de ejercicio de forma progresiva: al entrenar se debe adaptar los ejercicios a nuestro nivel y no aumentar la dificultad de forma brusca.
- Mejorar el tono muscular: aumentar y trabajar en la fuerza muscular ayuda a prevenir las contracturas.
- Evitar movimientos repetitivos y levantar mucho peso.
- Descansar.
- Aplicar calor o recibir masajes luego de sentir cansancio o tener un día muy activo.
- No ser sedentario.
Solicita información ahora y conviértete en Osteópata ¡No lo pienses más!